6 de diciembre de 2015

Pasta Integral



Los alimentos elaborados con harinas integrales, además de ser más ricos en nutrientes que los refinados, son mucho más saciantes por el alto contenido en fibra que contienen. Asimismo, ayudan a evitar problemas digestivos ya que el estómago los procesa con mayor facilidad.

La diferencia entre un cereal integral y refinado, es que el integral contiene todas las partes del grano. De esta manera, al conservar el germen y la capa externa, es mucho más rico en fibra, vitaminas del grupo B, minerales y fotoquímicos, componentes imprescindibles para el funcionamiento corporal que mejoran la salud y previenen enfermedades.
De su contenido mineral podríamos destacar el selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro y grasas polinsaturadas procedentes del germen del cereal.

En el mundo de la alimentación sana siempre se elegirá por encima de todo la pasta integral porque se ha comprobado la gran cantidad de beneficios que brinda al organismo:

Menos calorías


Las pastas integrales no tienen grasas que inviten al costerol y en consecuencia tienen muchas menos calorías que la pasta tradicional.  Además, por sus compuestos como el salvado, mejoran el tránsito intestinal y son muy recomendables para personas que quieran bajar de peso. 

Fuente sana de energía



Las pastas integrales acompañadas con una salsa que no tenga grasas el resultado será un alimento que aumenta tu energía por sus niveles de hidratos de carbono.

Aporta muchos nutrientes


La pasta integral entrega importantes cantidades de vitamina E, antioxidantes, gran cantidad de fibra, proteínas y grasas enteramente saludables.

Reduce el riesgo de enfermedades


Según algunos estudios, se ha comprobado que al menos media taza de pasta de trigo integral cocida puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades del corazón, la diabetes tipo II, cáncer y problemas estomacales.
Beneficios para la salud de los arroces, pasta y pan integrales

- Ayudan a la regulación intestinal, contribuyendo a prevenir el estreñimiento.

- Regulan el colesterol, al igual que el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

- Hay estudios que demuestran que su consumo regular disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon, mama y próstata.

- Tienen muy poco índice glucémico por lo que los diabéticos pueden tolerarlos correctamente.

- Son mucho más saciantes por lo que son recomendables en las dietas de adelgazamiento.


Algunos datos a tener en cuenta

- En un grano de trigo, casi el 90% de los micronutrientes está en el germen y el salvado, partes que se eliminan para hacer la harina refinada.
-Si optamos por tomar arroz integral, conviene que sea de cultivo ecológico ya que de lo contrario, podría contener residuos de productos químicos en la parte de la cáscara que conserva.
-Si vamos a comenzar a tomar alimentos integrales, conviene ir aumentando su consumo poco a poco, porque puede que nuestro organismo deba habituarse la mayor ingesta de fibra.
- Dado a las ventajas para la salud que suponen los cereales integrales, se recomienda que niños y adolescentes también los consuman.
- Puede que cambiar el pan blanco por el integral cueste al principio, pero merece la pena hacer el esfuerzo.

Preparación de la pasta integral

En cuanto a los procedimientos de preparación, básicamente, ambos tipos de pasta cumplen con los mismos requisitos. Aunque la pasta integral puede tomarte un poco más de tiempo en la cocción, ya que puede resultar un poco más dura y debes darle su tiempo para que no quede demasiado pegajosa.

Ahora ya sabes un poco más sobre un producto que puedes incluir en tu lista de alimentos nutritivos y saludables para la próxima compra. Pruébala una vez y seguro los beneficios no te harán huir de ella

27 de octubre de 2015

Colesterol Fuera


¿Por qué cuesta tanto bajar el colesterol?

Para bajar los niveles de colesterol, además de hacer ajustes en la dieta, es preciso cuidar al hígado con la alimentación y controlar que no haya disfunciones hepáticas

Boca y lengua pastosa, digestiones difíciles y pesadas, náuseas, alteración del ritmo intestinal con tendencia al estreñimiento, mal aliento,... Son algunos síntomas comunes en personas que tienen dislipemias, es decir, sus niveles de lípidos plasmáticos alterados. La causa, en muchos casos, está en una disfunción hepática, y es por ahí por donde conviene comenzar a tratar el problema. La consecuencia es la elevación del colesterol, de los triglicéridos o de las enzimas hepáticas. El abordaje dietético y nutricional en caso de dislipemia requiere un enfoque integral. A continuación se detallan las deficiencias en el tratamiento dietético que impiden una correcta resolución del problema, qué errores alimentarios se comenten, qué alimentos no ayudan y cuáles son los más indicados para actuar sobre la causa.

Vencer al colesterol: actuar sobre la causa, no sobre la consecuencia

El hígado es el principal órgano encargado de gestionar los niveles de grasas a nivel circulatorio. A su vez, una de sus funciones principales es la de almacenar sangre y regular el flujo sanguíneo hacia el resto de órganos. Es por ello que una disfunción hepática tiene como consecuencia directa una mala calidad de la sangre, y esta puede estar saturada de grasas y colesterol, provocando con el tiempo la elevación de las tasas de colesterol plasmáticas y, en consecuencia, un aumento del riesgo vascular.
Por ello, cuando hay una alteración de los niveles de lípidos (LDL colesterol elevado; HDL colesterol disminuido; triglicéridos elevados) o de las transaminasas (enzimas hepáticas) suele haber disfunción hepática -no tiene por qué haber patología-, pero este trastorno hepático se manifiesta a distintos niveles. Una serie de síntomas o malestares nos alertan de que nuestro hígado requiere un apoyo dietético para recuperar su funcionalidad:
  • Sensación de pesadez dolorosa en la región hepatovesicular.
  • Boca pastosa, digestión difícil (en particular con los alimentos grasos, desde la nata y la mantequilla, hasta los frutos secos).
  • Eructos después de las comidas (a veces se acompaña de náusea).
  • Alteración del ritmo intestinal con tendencia al estreñimiento.
  • Halitosis o mal aliento.
  • Sueño después de las comidas.
  • Intolerancia más o menos acusada a ciertos alimentos.
  • Urticaria o prurito en la piel.
  • Dolor de cabeza de tipo migrañoso.
La elevación plasmática de los niveles de colesterol suele ser la consecuencia de este trastorno hepático de fondo que habrá que corregir para no depender siempre de los medicamentos.

Los cuidados dietéticos para el hígado

En cuestión alimentaria, además de los aspectos claves mencionados, habría que indagar y aclarar cuál es la causa de la disfunción hepática para corregir el enfoque alimentario y apoyar con fitoterapia o complementos dietéticos de la manera más eficaz. Eso sí, cabe incidir en que el uso de complementos dietéticos y de plantas siempre ha de estar respaldado por un profesional sanitario. Un consumo individual sin asesoramiento, ni en el tipo, ni en la dosis, ni en la duración y frecuencia recomendada, puede tener efectos indeseados para la salud.

1. Insuficiencia de secreción de la bilis, que se manifiesta con malas digestiones. Los jugos biliares actúan en el proceso digestivo ayudando a digerir bien las grasas. Además, se encargan de eliminar los desechos de la sangre (derivado de la desintoxicación y depuración hepática). Se puede sentir acidez, sensación de ardor en el esófago (porque los ácidos biliares ascienden y provocan dichas molestias, que se pueden confundir con molestias gástricas) o acidez de estómago.
  • En este caso, convendría aumentar el consumo de alimentos y plantas con efectos coleréticos (aumentan la producción de bilis) y colagogos (estimulan la expulsión de la bilis acumulada en la vesícula biliar). Al mismo tiempo, habría que limitar la ingesta de alimentos grasos, incluidos los frutos secos, pese a la buena calidad de sus lípidos. La alcachofa es la planta por excelencia para combatir las digestiones difíciles; tiene acción colerética y colagoga. A ella se suman la fumaria y el boldo. Está demostrado su efecto hepatoprotector. Una reciente revisión llevada a cabo por Cocharne señala que el uso de la alcachofa como complemento para reducir el colesterol es potencial, si bien, según los datos científicos disponibles, no es suficientemente convincente. Estos resultados protectores hepáticos, cardiovasculares e hipolipemiantes son, sin embargo, más contundentes en una revisión publicada el año pasado y realizada por investigadores italianos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pavía.
2. Trastornos en los procesos de detoxificación o depuración. El alimento ya digerido en el intestino se transforma en una mezcla de fluidos: el quilo, formado por bilis, jugo pancreático y lípidos emulsionados en el duodeno (primera porción de intestino delgado). El quilo llega al hígado a través de la vena porta, y allí es filtrado para nutrir al hígado y formar la sangre que después se envía al corazón. Esta sangre contiene los nutrientes de los alimentos, y también toxinas que pudiera haber en ellos, componentes de los medicamentos que se hayan ingerido y cualquier sustancia que sea capaz de pasar a la sangre desde el conducto digestivo. Antes de que esta sangre se reparta por el todo el organismo, debe "purificarse" en el hígado. Si los procesos de detoxificación hepática no funcionan de manera correcta, la sangre que fluye por el cuerpo será de mala calidad, lo que aumenta el riesgo de dislipemias, entre otros desórdenes.
  • En este caso estarán desaconsejados aquellos alimentos que requieran un mayor trabajo hepático: lácteos (en particular quesos grasos), proteína animal (huevos, carne roja, embutidos, pollo con piel...), exceso de sal y salazones, fritos, frutos secos... La toma elevada de medicamentos (antibióticos, ansiolíticos, antipsicóticos, anticonceptivos...) puede bloquear o dificultar las fases de depuración hepática. Entre las plantas más indicadas en estos casos está el rábano negro y la cúrcuma, plantas reconocidas por su alta capacidad de detoxificación hepática.
3. Sufrimiento hepático, asociado a toma elevada y mantenida de medicamentos, xenobióticos, infecciones virales, acumulación de tóxicos, etc. Algunos medicamentos (píldora anticonceptiva, paracetamol, alcohol) se convierten en tóxicos graves para el hígado si se eliminan mal sus desechos metabólicos.
  • El desmodium es la planta amiga de los hepatocitos, las células hepáticas, pues ayuda a su regeneración.
¿Qué es el colesterol LDL?
El conocido como colesterol LDL, también conocido popularmente como colesterol malo, es unalipoproteína de baja densidad formada por lípidos y proteínas. Se trata de un tipo de grasa igual de importante para el buen funcionamiento de nuestro organismo, siempre y cuando se encuentre en valores considerados como óptimos o normales.
Su principal función es la de transportar líquidos, en especial se encarga de la transportación del colesterol del hígado a los distintos órganos y tejidos donde existen receptores de LDL.
¿Y cuáles son estos valores? Se considera un valor normal cuando el colesterol LDL se sitúa por debajo de 100 mg/dl., normal-alto cuando se sitúa entre 100 a 160 mg/dl., y alto cuando se sitúa por encima de 160 mg/dl. Por ello, cuando el colesterol LDL se sitúa por encima de 100 mg/dl. sí puede convertirse en un problema de salud, sobre todo cuando estos niveles se mantienen elevados en el tiempo.
¿Cuáles son las consecuencias de tener el colesterol LDL?
Cuando el colesterol LDL se sitúa por encima de los valores considerados como normales desde un punto de vista de salud, se asocia un aumento del riesgo de enfermedades del corazón.
Por ejemplo, se tiene un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular, multiplica los riesgos de sufrir ataques cardíacos o derrames cerebrales, y aumenta el riesgo de sufrir angina de pecho como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea en una parte del corazón.


¿Cómo eliminar el colesterol LDL o malo naturalmente?

El colesterol LDL es malo para tu salud si se mantiene por encima de sus valores normales. Descubre cómo eliminar el colesterol malo naturalmente con algunos consejos sencillos.
Cuando nos realizamos un análisis sanguíneo de manera rutinaria en uno de los elementos en los que más tendemos a fijarnos es en los valores que tenemos de colesterol y de triglicéridos, ya que en caso de estar altos o muy altos es posible que nuestro médico nos pida volver a realizarnos un nuevo análisis de sangre pasados unos meses, y de continuar alto nos indicará qué hábitos de salud y nutricionales debemos seguir para bajarlos.
Si nos fijamos en los distintos elementos que pueden aparecer en los resultados del análisis de sangre correspondientes a nuestro perfil de grasas, es probable que te encuentres con el colesterol total, con el colesterol HDL y con el colesterol LDL. En este caso, mientras que el colesterol HDL es considerado como el colesterol bueno porque ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, este último sí debe vigilarse dado que es entendido en realidad como una forma de “colesterol malo”.
No obstante, debemos tener en cuenta algo básico: el colesterol es una grasa fundamental para nuestro organismo. Es decir, el colesterol no es malo para la salud. De hecho, es fundamental para nuestras células, es precursor de las hormonas sexuales, de la vitamina D y de las hormonas corticoesteroidales,

Ten siempre en cuenta

Evita los alimentos con mayor contenido en colesterol LDL

Existen determinados alimentos que aportan a nuestro organismo una mayor cantidad de colesterol LDL, como por ejemplo es el caso de las grasas trans o los alimentos ricos en grasas saturadas.
Es aconsejable eliminar de tu dieta los siguientes grupos de alimentos:
·         Alimentos con grasas trans: como son los alimentos precocinados y la bollería industrial.
·   Alimentos con grasas saturadas: carnes rojas, embutidos, mantequilla y nata.
·    Otros alimentos: lácteos enteros, aceite de coco, aceite de palma, productos fritos, langostinos, gambas y cigalas.
·    Evita los alimentos fritos. Es mejor optar por el aceite de oliva o por los aceites vegetales, como el de soja, girasol o maíz.
·      Añade a tu dieta alimentos ricos en fibra, que nos ayudarán a bajar el colesterol alto. Entre éstos, podemos destacar los cereales y cereales integrales, la avena, arroz, verduras y frutas, las legumbres y los vegetales.
·         Utiliza leche descremada o desnatada (en vez de entera).
·         Limitar el consumo de huevos a 3 o 4 por semana.

·       Consume bastante fibra. La fibra soluble reduce la cantidad de colesterol absorbida en el torrente sanguíneo. Consumir diariamente de 5 a 10 gramos de fibra suele ser suficiente para reducir los niveles de colesterol.
·         Los granos integrales, verduras y frutas frescas en general son las mejores fuentes de fibra soluble. En particular, la avena, el salvado de avena, los frijoles secos, las manzanas, las peras, la cebada, las pasas, las berenjenas, el quimbombó, las fresas y los cítricos son opciones excelentes.

·         Consume muchas nueces y otras fuentes vegetales de proteína. Las fuentes animales de proteína pueden incrementar tus niveles de colesterol, mientras que las vegetales lo reducen.

Además de tener proteínas, las nueces, las almendras y demás tipos de nueces también son fuentes ricas en ácidos grasos poliinsaturados, que ayudan a mantener saludables los vasos sanguíneos. Solo come un puñado de estas por día, unos 45 g (1,5 oz). Las nueces son altas en calorías y pueden hacerte engordar mucho si se consumen en exceso.
·    Otras fuentes vegetales de proteína para tener en cuenta son las lentejas, los frijoles rojos y pintos, la soya, la leche de soya y el tofu.

Sigue una alimentación rica en alimentos frescos y naturales
Podemos hablar en esta ocasión de la dieta mediterránea, considerada desde un punto de vista nutricional como una de las mejores porque ayuda a cuidar la salud y a disfrutar en definitiva de una mejor salud. Como no podría ser menos, también es ideal a la hora de bajar el colesterol LDL.
Básicamente opta por consumir frutas y verduras frescas cada día varias raciones (por ejemplo de 3 a 5 diarias), una o dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, un puñado de frutos secos y cereales integrales.
Opta por alimentos que aumentan el colesterol HDL
Como ya te indicamos en una ocasión anterior en la que te hablábamos sobre aumentar el colesterol bueno, es importantísimo seguir una dieta cuyos alimentos te ayuden a aumentar el colesterol HDL o bueno.
En este sentido, destacan especialmente el pescado azul (como es el caso del atún, salmón, la trucha, el arenque y las sardinas), los frutos secos (en especial las nueces, pistachos y almendras), elaceite de oliva, frutas como el aguacate, el ajo y el brécol.

Haz ejercicio físico

No hay duda, el ejercicio físico es muy bueno para bajar el colesterol. ¿Por qué? Fundamentalmente porque ayuda a aumentar el gasto energético y por tanto el consumo de grasas.
Pero para cumplir con esta cualidad es importantísimo que el ejercicio sea aeróbico de baja o media intensidad pero de larga duración (caminar a paso ligero o rápido, correr, nadar, montar en bici…) Escoge tu preferido, comprobarás cómo en poco tiempo tu colesterol LDL se reducirá notablemente (incluyendo también los triglicéridos). Recuerda: lo más importante no es la intensidad, sino la duración del ejercicio físico.
Lo aconsejable es practicarlo cada día durante al menos 40 minutos.

Reduce el estrés y la ansiedad
Desde hace años se sabe que el estrés, sobretodo el estrés laboral, tiende a subir los niveles de colesterol malo. ¿Por qué? Muy sencillo: el estrés aumenta la liberación de colesterol proveniente de los tejidos grasos, de manera que mantener un estrés regular y constante se asocia con un aumento crónico del colesterol.
La clave, por tanto, está en mantener no solo un estilo de vida saludable, sino en disfrutar de una vida lo más relajada posible. Para ello, una buenísima opción es practicar ejercicio físico con regularidad (que mejora nuestro estado de ánimo y nos relaja), y hacer algo de meditación o de practicar relajación cada día durante 30 minutos.
En realidad es más sencillo de lo que piensas: basta con sentarte o acostarte en algún lugar cómodo de casa, ponerte música relajante, encender velas y algún incienso y simplemente tratar de poner la mente en blanco, olvidándote de las tensiones y de las preocupaciones.
Adelgaza si tienes exceso de peso
Si existe exceso de peso, ya sea porque tienes sobrepeso u obesidad, lo más adecuado es bajarlo siguiendo una dieta baja en grasas y practicando ejercicio físico. También ayuda comer despacio, realizando cinco comidas al día, repartiendo las comidas y sin comer en exceso (no sintiéndonos llenos del todo y terminar justo antes de llenar el estómago).
Además de ayudarte a la hora de rebajar los niveles de colesterol alto, también es útil para revertir o prevenir otros trastornos relacionados, como por ejemplo es el caso del higado graso.

¿Cuáles serían las consecuencias de mantenerlo alto y no bajarlo?
Si en unos análisis sanguíneos nos han diagnosticado con colesterol por encima de lo considerado como “normal”, y no hacemos nada por bajarlo, con el paso del tiempo sus consecuencias para nuestra salud pueden resultar bastante peligrosas. A saber:
·        Arteriosclerosis: debido a la obstrucción de las venas a causa del colesterol, restringiendo la circulación correcta de la sangre tanto hacia nuestro corazón como al resto del organismo.
·       Accidente cerebrovascular: como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea hacia el cerebro. Es muy peligroso, ya que puede causar la muerte.
·        Angina de pecho: debido a la falta de irrigación sanguínea en una parte del corazón. Se produce sobre todo cuando se lleva a cabo algún tipo de esfuerzo, desapareciendo progresivamente cuando descansamos.
·         Enfermedades coronarias: puede terminar en un ataque cardíaco.

¿Qué alimentos son peligrosos? ¿Cuáles causan colesterol alto?
Existen una serie de alimentos que, de por sí, son especialmente nocivos para nuestro cuerpo, los cuales hacen aumentar los niveles de colesterol en la sangre.
Fundamentalmente son:
·      Alimentos ricos en grasas saturadas: carnes rojas, carne de cordero, carne de cerdo, embutidos (jamón, salchichas, tocino), hamburguesas, crustáceos, manteca animal.
·      Bollería industrial: magdalenas, tartas, donuts y bollos, dulces, golosinas y chucherías, galletas…
·         Comida basura en general: hamburguesas.
·         Determinados aceites: aceite de palma y aceite de coco.
·     Aperitivos salados: especialmente patatas fritas, nachos con queso, frutos secos fritos, galletitas saladas…
·      Productos lácteos enteros: leche entera, quesos maduros, cremas de leche… También evita la mantequilla y la margarina.
·        Determinadas salsas: como por ejemplo es el caso de la mayonesa o el ketchup.

 Evita el tabaco:
¿Sabías que el tabaco, si bien es cierto que no aumenta los niveles de colesterol, sí es capaz de reducir el colesterol HDL (o bueno)? Por ello es aconsejable reducir el número de cigarrillos que fumas diariamente, hasta conseguir eliminarlo por completo de tu día a día.
¿Tienes sobrepeso? En este caso redúcelo:
Cuando el colesterol alto viene acompañado de exceso de peso, una opción adecuada que ayuda de forma muy positiva a reducir sus niveles es bajar de peso. Debemos tener en cuenta que la obesidad aumenta los niveles de colesterol LDL por un lado, mientras que por otro tiende a reducir el colesterol HDL. Una opción útil para reducir tu peso es practicar ejercicio físico de forma regular, seguir una dieta equilibrada y baja en calorías, y comer menos cantidades de comida al día (es decir, comer menos calorías que las que en realidad consumes según tu actividad física diaria).
 ¿Y cómo aumentar el colesterol bueno HDL?
Opta sobre todo por los siguientes alimentos:
·         Aceites: opta por incluir aceite de oliva y aceite de girasol en tu dieta, pero sin someterlas a cocción para que no pierdan sus virtudes y propiedades.
·       Frutos secos: come cada día un puñado (en torno a los 25 gramos) de determinados frutos secos, como por ejemplo nueces, almendras y cacahuetes (eso sí, naturales y nunca fritos).
También destaca la práctica de ejercicio físico regular, la cual no solo reduce el colesterol LDL malo, sino que también es capaz de aumentar los niveles de colesterol bueno. Al igual que te indicábamos anteriormente, el mejor ejercicio es el ejercicio aeróbico.


Alimentos prohibidos con colesterol y triglicéridos altos

la mayoría de los alimentos prohibidos son aquellos especialmente ricos en grasas. Es habitual que los principales alimentos que se eliminan de la dieta, o que al menos se indica que se consuman de manera puntual, son los de origen animal (por su elevado contenido en grasas). Son los siguientes:
·      Carnes grasas y embutidos: jamón cocido, jamón serrano, tocino, chorizo, salami, salchichas… Carne de pato, procesadas y hamburguesas no caseras.
·         Pescados: enlatados en aceite.
·         Vísceras: de hígado, riñones, corazón, sesos…
·         Mariscos: gambas, ostras, langostinos y camarones.
·         Yema de huevo: es rica en grasas y calorías. Lo recomendable es reducir su ingesta.
·     Lácteos enteros: sobretodo nata y crema de leche, además de leche entera. También quesos duros y mantequillas.
·         Dulces y bollería.
·         Aperitivos salados.
·         Alimentos fritos.
·         Salsas grasas.
·         Aceites: aceite de coco y de palma.



3 infusiones para limpiar las arterias de colesterol

Si tienes el colesterol elevado y necesitas bajarlo te proponemos 3 maravillosas infusiones medicinales depurativas ideales para limpiar el colesterol de tus arterias.
Aunque muchas personas suelen tomarlo a la ligera, lo cierto es que mantener unos niveles de colesterol elevado durante mucho tiempo, sobre todo cuando no se toman las medidas adecuadas y oportunas para reducirlo una vez se ha diagnosticado la existencia de colesterol alto en una analítica de sangre, tiende a ser peligroso para nuestra salud.
A diferencia de lo que erróneamente se ha tendido a pensar, el colesterol no es malo para la salud, ya que se trata de una grasa fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo al ser imprescindible para nuestras células y actuar como precursor de las hormonas sexuales o de la vitamina D (entre otras importantes funciones). Pero cuando los niveles de colesterol en sangre se encuentran por encima de lo recomendado desde un punto de vista médico sí que se puede convertir en un problema de salud.
Debemos tener en cuenta que se consideran valores normales por debajo de 200 mg/dl de colesterol total, y normal-alto entre los 200 y los 240 mg/dl. Dado que el colesterol LDL se adhiere a las paredes de los vasos sanguíneos estrechándolas es importantísimo mantener el conocido como colesterol HDL en niveles óptimos de entre 40 y 70 mg/dl, dado que evita la formación de la placa y la acumulación de la grasa.
Si tienes el colesterol alto una opción natural muy útil a la hora de rebajar sus niveles es optando por determinadas infusiones, elaboradas con plantas y hierbas medicinales con reconocida acción para reducir las grasas en la sangre. Te proponemos 3 maravillosas recetas que seguro no conocías.

1. Infusión de albahaca

La albahaca es una planta ideal para rebajar los niveles altos de colesterol en la sangre, aunque es cierto que en realidad se trata de una planta no muy conocida por esta cualidad.
Para elaborar esta infusión solo necesitas una cucharada de albahaca fresca y el equivalente a una taza de agua.
Para prepararla pon en primer lugar la taza de agua en un cazo y la cucharada de albahaca fresca. Cuando el agua empiece a hervir deja que hierva 3 minutos, luego apaga el fuego, tapa y deja en reposo 3 minutos. Finalmente cuela y bebe.
Si lo deseas puedes tomar esta infusión 3 veces al día, hasta un máximo de 3 tazas de infusión de albahaca al día.

2. Infusión de alpiste

El alpiste es una opción natural excelente que ayuda a reducir el colesterol al ser capaz de eliminar rápidamente la grasa del cuerpo, gracias a que contiene una enzima conocida con el nombre delipasa. Aunque es conocido tradicionalmente por ser el alimento común de los pájaros domésticos, en los herbolarios puedes encontrar alpiste comestible especialmente pensado para su consumo en humanos.
Para elaborar la infusión necesitas una cucharada de alpiste y el equivalente a una taza de agua.
Pon el agua en un cazo y deja que hierva. Justo cuando alcance el punto de ebullición añade el alpiste y deja hervir durante 4 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo 5 minutos. Cuela y bebe.
Puedes tomar 3 infusiones al día como máximo.

3. Infusión de tomillo

El tomillo es una hierba aromática muy útil para reducir tanto el colesterol LDL como el colesterol total, gracias a sus cualidades como antioxidante, al aumentar el metabolismo graso y movilizar el tejido adiposo.
Para elaborar esta infusión necesitas una cucharada de tomillo seco y una taza de agua.
Para prepararla pon en un cazo una taza de agua. Cuando alcance el punto de ebullición añade el tomillo seco, y deja hervir 3 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 3 minutos. Finalmente cuela y bebe.
Puedes tomar esta infusión 3 veces al día, preferiblemente 20 minutos después de cada comida.

Otra poderosa infusión anticolesterol

 Ingredientes necesarios
·         1 cucharadita de raíz de diente de león
·         1 cucharadita de cardo mariano
·         1 cucharadita de alcachofera
·         1 cucharadita de cola de cabello
·         1 taza de agua

Pasos para prepararla
Pon en un cazo el equivalente a una taza de agua y añade las cantidades indicadas de las plantas y hierbas mencionadas anteriormente. Deja cocer durante 3 minutos hasta que hierva. Una vez comience a hervir deja hirviendo 5 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 3 minutos. Cuela y sirve en una taza.
Cómo tomar esta infusión anticolesterol
Es recomendable tomar esta infusión 3 veces al día durante un mes, preferiblemente en el desayuno, comida y cena.

También beneficiosos contra el colesterol
·        Diente de león: contiene inositol, una sustancia que ayuda a reducir el colesterol. También aporta determinados principios con acción eficaz para reducir los efectos negativos de las grasas en las arterias.
·       Cardo mariano: es una planta maravillosa muy beneficiosa para la depuración y el cuidado del hígado, actuando como un excelente hepatoprotector y regenerador de las células hepáticas. Ayuda a disolver y eliminar las grasas de forma natural.
·      Alcachofera: es otra planta curativa con reconocida acción anticolesterol, ya que también ayuda a depurar el hígado y los riñones.

·    Cola de caballo: una de las plantas más depurativas y diuréticas por excelencia, ayuda tanto a reducir la presencia de grasa en las arterias como a prevenir la retención de líquidos.